Introducción
Los conflictos entre la familia y la escuela pueden surgir debido a diferencias en la educación, valores, comunicación o expectativas. Los conflictos entre la familia y la escuela pueden darse cuando hay discrepancias en la forma en que se educa a un niño, como diferentes métodos de disciplina o enfoques educativos. También pueden surgir conflictos cuando hay diferencias en los valores o creencias de ambas partes. La falta de comunicación efectiva entre la familia y la escuela también puede generar tensiones. Además, las expectativas de ambas partes pueden no estar alineadas, lo que puede causar conflictos en cuanto a las metas académicas o el rendimiento del estudiante.
Conflictos entre la familia y la escuela
Una situación de conflicto frecuente entre la familia y la escuela pueden ser los padres que no están de acuerdo con la forma en que el maestro enseña al niño o cómo manejan una determinada situación en el aula. Esto puede dar lugar a discusiones entre padres y maestros o incluso a una reunión con el director para resolver el problema. Los padres pueden sentir que sus hijos no reciben suficiente atención o que están siendo tratados injustamente, mientras que los maestros pueden sentir que están haciendo lo mejor para todos los estudiantes.
Es importante que ambas partes se comuniquen de manera efectiva y trabajen juntas para encontrar una solución que sea beneficiosa para el estudiante ya que esto puede afectar tanto psicológica como emocionalmente al estudiante y de igual forma el proceso de aprendizaje se puede ver perjudicado.
Por ejemplo: Imaginemos que hay una niña llamada Ana. En la escuela, Ana está teniendo problemas para relacionarse con sus compañeros y se siente excluida. La maestra se preocupa por su bienestar emocional y decide hablar con los padres de Ana. Durante la reunión, la maestra sugiere que Ana podría beneficiarse de recibir ayuda profesional para mejorar sus habilidades sociales.
Sin embargo, los padres de Ana se sienten ofendidos y defensivos. Sienten que la maestra está insinuando que hay algo mal con su hija y que están fallando como padres al no haber notado nada antes. Los padres argumentan que Ana es tímida por naturaleza y que sólo necesita más tiempo para adaptarse.
La conversación se vuelve tensa, ya que tanto la maestra como los padres defienden sus puntos de vista. La maestra insiste en que quiere ayudar a Ana a mejorar su bienestar emocional, mientras que los padres argumentan que no quieren que su hija sea etiquetada o estigmatizada.
En esta situación, el conflicto surge debido a las diferentes perspectivas sobre cómo abordar los problemas sociales de Ana. La maestra está preocupada por el bienestar emocional de Ana y quiere proporcionarle ayuda profesional, mientras que los padres sienten que esto podría empeorar las cosas y prefieren manejar el problema ellos mismos. Para resolver este conflicto, es importante establecer una comunicación respetuosa y abierta, escuchar las preocupaciones de ambas partes y trabajar juntos para encontrar una solución adecuada que satisfaga las necesidades de Ana.
Respuesta de los docentes:
Falta de comunicación entre la familia y la escuela:
Por lo menos en la escuela donde laboro no se da este conflicto, pero en muchos casos suele pasar que no hay una comunicación clara entre la familia y la escuela y esto genera muchos problemas porque si no hay una buena comunicación con la familia no se pueden llevar a cabo procesos de la forma correcta de actividades, reuniones, entrega de notas, etc. Entonces causa comentarios de padres, disgustos y hasta discusiones con los miembros del centro educativo.
Lic. Elisangel Peña P. C.E, Jose Maria Ramirez.
Poca integración de la familia con la escuela:
Esta es la otra cara de la moneda, en este caso que suele suceder mucho lamentablemente, incluyendo en mi centro educativo, la familia no se integra a las actividades y deberes de los estudiantes en la escuela, dejan a la escuela básicamente llevando el proceso enseñanza – aprendizaje sola, lo que causa que muchos estudiantes no tengan el seguimiento correcto en sus deberes, en estos casos la familia hace caso omiso a las convocaciones a reuniones, entrega de notas y actividades, suele causar conflictos porque en situaciones determinadas terminan con estudiantes con bajas calificaciones o amonestaciones del centro y muchas veces la familia quiere dar cara de maneras poco éticas lo que causa bastantes conflictos e inconvenientes.
Lic. Rocio Inoa G. C.E, Jose Maria Ramirez.
Causas y efectos:
Muchas veces los padres carecen de comunicación y tiempo, falta de conciencia sobre la importancia de la participación activa en la educación y muchas veces no le dan la importancia necesaria, las barreras culturales o idiomáticas dificultan la comunicación entre el hogar y la escuela y la falta de confianza o mala relación entre los padres y el personal de la escuela.
Consecuencias de una menor integración de la educación en la familia:
El rendimiento académico de los estudiantes es bajo, los estudiantes carecen de apoyo emocional y social, disminuye la motivación y el compromiso de los estudiantes, la dificultad para identificar y abordar problemas o necesidades específicas de los estudiantes, y por último, menor participación en actividades de ocio y oportunidades de crecimiento personal.
Recomendaciones:
Para mejorar la falta de comunicación entre la familia y la escuela, nosotros como psicólogos escolares podríamos tomar las siguientes medidas:
Crear canales de comunicación abiertos y regulares, como reuniones periódicas, boletines informativos o plataformas en línea como grupos de whatsapp u otras vías donde ambas partes puedan compartir información y mantenerse actualizadas.
Fomentar un ambiente de respeto y escucha activa, donde tanto los padres como el personal escolar se sientan cómodos para expresar sus preocupaciones, opiniones y sugerencias. Promover la transparencia en la comunicación al compartir de manera clara y oportuna información relevante sobre el desempeño académico, eventos escolares y cualquier otro aspecto que pueda involucrar a los padres en la educación de sus hijos.
De igual forma también podemos mejorar la integración familiar con la escuela fomentando la comunicación abierta y regular entre ambas partes, organizar actividades conjuntas y brindar oportunidades para que los padres se involucren en la vida escolar de sus hijos.
Conclusión:
Como psicólogos escolares es importante que tengamos un buen manejo, porque puede mejorar la relación entre ambas partes (la familia y la escuela) y, en consecuencia, el bienestar del estudiante. Al resolver estos conflictos, se pueden crear soluciones que beneficien a todos los involucrados y promover un ambiente educativo más positivo.
Fuentes:
Chat GPT
LuzIA
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